Menopausia: cómo nos afecta y cómo tratar los síntomas (II)
Como ya hemos comentado en el artículo anterior, la menopausia es una etapa de la vida de las mujeres en la que una serie de síntomas pueden afectar de forma clara su calidad de vida, vamos a dar unas indicaciones de cómo mejorarlos para vivir una menopausia con vitalidad y optimismo. Si quieres conocer más sobre el tratamiento de los síntomas de la menopausia, sigue leyendo. Esto te interesa.
Sofocos
Las medidas más sencillas para mejorar los sofocos son aquellas que evitan los mecanismos que los desencadenan más frecuentemente.
- Evitar ropa que nos genere más calor del necesario en cada estación del año, procurando no usar tejidos sintéticos que dificultarían la transpiración, ni llevando demasiada ropa de abrigo. En casa, intentar que la calefacción nunca esté excesivamente alta y ventilar bien las habitaciones.
- Suprimir el consumo de tabaco.
- Reducir el consumo de bebidas como café, alcohol, refrescos con cafeína; así como comidas muy especiadas, con picante o excesivamente calientes, ya que también pueden desencadenarlos.
- Hacer ejercicio regularmente, seleccionando los ejercicios aeróbicos como prioridad.
- Ejercicios como yoga o Pilates que nos ayuden a relajarnos reducirá su aparición, ya que el estrés también es otro desencadenante.
- La THS (Terapia Hormonal Sustitutoria) es una alternativa para aquellas mujeres en las que los sofocos limitan la calidad de vida de manera importante.
- Como alternativa fitoterápica:
- Soja: con su alto contenido en isoflavonas (genisteína, daidzeína y gliciteína) merecen mención especial: tienen una estructura química muy similar a la de los estrógenos por lo que pueden cumplir parte del papel de estos mejorando sofocos o enfermedades del corazón.
- Trébol rojo: contiene como la soja una gran cantidad de isoflavonas con sus mismas acciones aunque en menor cantidad que en ésta.
- Cimícifuga: disminuye niveles de LH (hormona luteinizante) que es la hormona implicada en la aparición de la reacción vasomotora que se acompaña de taquicardia.
Sequedad cutánea y de mucosas
Para la sequedad cutánea deberemos garantizar una ingesta de agua apropiada y el uso de los tratamientos cosméticos apropiados.
Los cosméticos de primera elección son los elaborados con consistencia de crema con principios activos del tipo de: isoflavonas, entre las que destacan soja, iris, pelvetia o pueraria lobata (estimulan el metabolismo celular), aceite de onagra que contiene gran cantidad de ácidos grasos esenciales, como el gamma-linolénico con actividad antiinflamatoria, inmunomoduladora y antioxidante; ácido hialurónico mejora de forma notable la sequedad, así como las temidas arrugas que comienzan a aparecer en esta etapa; retinol y sus derivados; inhibidores de las metaloproteinasas; reparadores del ácido desoxirribonucleico (ADN); vitaminas; péptidos; oligoelementos; antioxidantes; ácidos orgánicos; ingredientes lipídicos como ácidos grasos esenciales y ceramidas; sustancias inmunoestimulantes; etc.
Podremos además contribuir a mejorar el estado de nuestra piel en cuanto a flacidez y pérdida de tersura, con la realización de distintos tratamientos médico estéticos como:
- Peeling.
- Uso de inyectables para relleno dérmico como el ya mencionado ácido hialurónico o la hidroxiapatita cálcica.
- Skin boosters o cócteles de vitaminas y ácido hialurónico.
- Péptidos y oligoelementos.
- Uso de láseres como Elektra®, iPIXEL&Erbio:Yag 2940nm o terapias de luz como Aft-Dye®.
- Hilos de Bioestimulación PDO.
- Plasma rico en plaquetas (PRP).
- Carboxiterapia.
- Toxina botulínica.
Uso de lubricantes específicos en el caso de que la sequedad vaginal, de manera especial si se producen molestias en el momento de las relaciones sexuales.
Caída de cabello y salida de vello facial
Lo primero que debemos hacer es chequear los niveles de las hormonas que más frecuentemente están implicadas en este proceso, tras lo cual iremos corrigiendo poco a poco todo lo siguiente:
- Dieta equilibrada rica en frutas y vegetales.
- Toma de suplementos vitamínico minerales, siempre que su médico lo considere necesario, ya que con la edad la capacidad de absorber ciertos nutrientes se reduce, como por ejemplo calcio, vitamina D y hierro.
- Realizar ejercicio de manera regular, dando prioridad a los ejercicios aeróbicos.
- Control de los niveles de estrés: si padecemos un alto nivel de estrés este hará que los niveles de andrógenos aumenten, de manera que se empeorará el proceso de caída del cabello. El yoga, Pilates y otras disciplinas similares pueden ayudarnos.
- Dormir mínimo 7 horas intentando tener un buen hábito de sueño.
- Tratamientos tópicos como minoxidil, este fármaco puede usarse en diferentes presentaciones desde lociones hasta espumas, sin olvidar que debe estar indicado por un médico.
- Plasma rico en plaquetas (PRP): contribuye aportando factores de crecimiento que mejoran la fisiología del folículo piloso.
- Infiltraciones con péptidos, vitaminas y oligoelementos.
- Infiltraciones con medicamentos homeopáticos.
- Carboxiterapia.
Para la salida del vello facial podemos recurrir a los sistemas de depilación clásicos (cera, pinzas, crema depilatoria, depilación con hilo, depilación eléctrica,….) o bien recurrir a nuestro novedoso sistema de eliminación del vello AFT-SHR.
Alteraciones cardiovasculares
La dieta y el ejercicio son uno de los pilares fundamentales del tratamiento de este proceso debido al aumento en la incidencia de enfermedades cardiovasculares.
La dieta debe ser suficiente, variada, equilibrada y debe contener todos los nutrientes para que cubra las necesidades de cada mujer, formando parte de un plan personalizado.
Es importante vigilar tanto la composición como el contenido calórico general, ya que en esta etapa por sus propias connotaciones se tiende a incrementar el peso a expensas del aumento de grasa en la composición corporal.
Rica en frutas, vegetales, legumbres y cereales, estando aderezado por aceite de oliva como grasa de excelente calidad, todo ello permitirá un correcto aporte de zinc y selenio así como vitaminas como la A, E y la C.
Las plantas a las que debemos recurrir para tratar estos síntomas son:
- Isoflavonas de soja.
- El hammamelis y la vid roja permiten mejorar la circulación periférica y los síntomas característicos de los procesos varicosos.
Osteoporosis
Para fortalecer los huesos y evitar la osteoporosis debemos intentar cubrir en todo momento las necesidades diarias recomendadas de calcio a través de la alimentación, éstas oscilan entre 1000 a 1500 mg/día.
Lácteos y sus derivados, desnatados o no, así como un gran número de alimentos contienen este mineral: frutos secos, pan integral, sardinas, legumbres y verduras como brécol, espinacas o berros, entre otros.
En caso de considerar que nuestro aporte diario a través de la alimentación es insuficiente el médico valorará la necesidad de una suplementación medicamentosa.
Es recomendable hacer una exposición solar diaria, fuera de las horas de máxima incidencia de la radiación solar. No debemos olvidar la realización de ejercicio regular.
Existen diversos fármacos que contribuyen a mantener el estado de la masas ósea y cuya indicación valorará su médico: raloxifeno o los bifosfonatos (aledronato, risedronato).
Dentro de los tratamientos naturales podemos incorporar a la soja y el trébol rojo por su alto contenido en isoflavonas, cuya acción es similar a los estrógenos aunque en menor grado.
Cambios en el estado del ánimo
Podemos mejorar el estado del ánimo con medidas generales como:
- Dieta completa y equilibrada.
- Ejercicio regular.
- Buen hábito de sueño.
En caso de que no mejore con estas medidas básicas, podremos recurrir a THS, siempre que no exista contraindicación médica para ello, antidepresivos, tranquilizantes, o bien a remedios alternativos como:
- Valeriana, pasiflora, espino blanco, hierba Luisa, tila son todas plantas con acciones relajantes que nos ayudarán a tratar el insomnio y la irritabilidad
- Hypérico o hierba de San Juan es otra opción para tratar los síntomas depresivos, ya que contienen hipericinas (derivados antraquinónicos) que actúan como inhibidores de la recaptación de serotonina. En este caso debemos destacar sus posibles interacciones con otros fármacos y su efecto adverso de fotosensibilidad que hacen de ella una planta que deba ser recomendada por un médico.
- Panax ginseng Sus componentes activos son los ginsenósidos (glucósidos triterpénicos). Mejoran la fatiga, el insomnio, los síntomas depresivos, y favorecen el bienestar general.
Molestias urinarias
En el caso de la incontinencia urinaria la realización de los ejercicios de Kegel pueden ayudar a fortalecer los músculos del suelo pélvico, deben realizarse unas diez veces al día por lo menos durante 4 a 6 semanas. Otras opciones de tratamiento en estos casos son los conos vaginales, o la fisioterapia orientada a corregir la disfunción de los músculos del suelo pélvico.
Hábitos tóxicos
- Suprimir el tabaco, ya que tiene una clara relación con la aparición de una menopausia temprana (se adelanta el proceso 1 o 2 años variando en función del número de cigarrillos y los años de consumo), con las enfermedades coronarias y determinados cánceres. Así mismo, en las fumadores el metabolismo y la eliminación de los estrógenos está aumentado.
- Moderar o suprimir el consumo de alcohol puesto que se asocia con el incremento del riesgo de cáncer de mama, el empeoramiento de las sofocaciones,
- Reducir el consumo de bebidas que contengan cafeína.
Ejercicio físico
El ejercicio y de forma especial el de tipo aeróbico tiene un efecto tremendamente positivo en la mejora de todos los síntomas de la menopausia:
- Estimula la producción de estrógenos
- Mejora el estado del ánimo.
- Reduce el riesgo de osteoporosis,
- Nos mantiene ágiles y flexibles, aliviando las molestias musculares y los dolores articulares, así como reduciendo el riesgo de caídas y posibles fracturas.
- Reduce las cifras de tensión arterial por lo que mejora el riesgo cardiovascular.
- Nos ayuda en el control de peso y en el cambio de la composición corporal reduciendo los niveles de grasa.
La intensidad y el tipo de ejercicio físico deben adaptarse a cada mujer y siempre evitando los esfuerzos agotadores. En general se recomiendan los siguientes:
- Caminar: unos 30 minutos diarios como mínimo.
- Natación: mejora la capacidad cardíaca, respiratoria y muscular, pero deberemos consultar a nuestro médico ante cualquier problema de salud.
- Bicicleta: Mejora el estado de las articulaciones y de la musculatura; tiene también efectos positivos, a nivel cardíaco y en el aparato respiratorio. Al realizar este tipo de ejercicio no debemos fatigarnos en exceso.
- Baile: es una forma excelente de hacer ejercicio y mejorar el estado del ánimo. Actúa positivamente en articulaciones y musculatura.
- Yoga: esta disciplina nos ayuda a aprender técnicas de relajación, contribuye a mejorar flexibilidad y relajar musculatura.
THS (Terapia Hormonal Sustitutoria) y otras terapias
Existen diferentes preparados que contienen estrógenos (cremas vaginales, inyecciones, administración oral, etcétera), esteroides sintéticos con acción estrogénica, los SERM o moduladores selectivos de los receptores estrogénicos, así como distintas vías de administración, todos ellos demostrando su eficacia a la hora de tratar: sofocos, sequedad cutánea y vaginal, disminución de masa ósea y los síntomas emocionales.
Sin embargo, este tipo de terapia conlleva una serie de riesgos asociados como es la relación con el incremento de riesgo de cáncer de mama, endometrio y ovario; el riesgo de enfermedad tromboembólica; y el mayor riesgo de desarrollar cálculos de vesícula biliar, estas cuestiones hacen que su uso sea controvertido y limitado a mujeres con un alto riesgo de osteoporosis, enfermedad coronaria y que no tengan contraindicaciones.
Los fitoestrógenos se han presentado como una alternativa a el THS como ya hemos ido comentado a lo largo de todo el artículo: disminuyen la frecuencia de sofocos y tienen un efecto beneficioso sobre la masa ósea y el sistema cardiovascular, aunque las variaciones individuales son significativas y la eficacia es aparentemente menor que la de los estrógenos.