Sonríe con salud
La boca está formada por dientes, encías, membranas mucosas, glándulas salivares y hueso y, además, es la vía de entrada al resto del cuerpo de los nutrientes, bacterias, virus y hongos. Cuidar la cavidad oral y mantener una buena higiene bucodental contribuye a una correcta salud general.
Una sonrisa bonita es una de las mejores cartas de presentación en nuestras relaciones sociales, familiares y laborales y, además, refuerza la autoestima. Carecer de una adecuada salud oral puede afectar a la habilidad de comer, hablar, reír y en definitiva, de ser feliz.
Hay ciertos elementos fundamentales para mantener tu boca sana:
- El cepillado es fundamental. Los odontólogos recomiendan tres cepillados diarios, de mínimo dos minutos, que no deben hacerse justo después de comer sino pasados 30 minutos, para evitar esparcir el ácido que desprenden los alimentos. Para una higiene completa, es recomendable utilizar hilo dental y un colutorio antiséptico tras el cepillado. No dejan de insistir en que la salud bucodental va estrechamente ligada al bienestar general del cuerpo. Cualquier foco invasivo como las caries o la periodontitis pueden desequilibrar el organismo, llegando a provocar patologías tan diversas como la diabetes, cardiopatías, hernias discales y dolores de espalda, complicaciones durante el embarazo o incluso el cáncer.
- Evita el tabaco: Además de todos los problemas que puede provocar el tabaco en nuestra salud, fumar es especialmente dañino para los dientes, las encías y las mucosas de la boca. Provoca mal aliento, manchas en el esmalte, disminución del gusto y el olfato y aumenta la probabilidad de perder dientes y sufrir diversos tipos de cáncer en la boca.
- Modera el uso de ciertas bebidas: el café, el té o el vino oscurecen el esmalte dental. Además, todos aquellos alimentos ricos en azúcares favorecen la aparición de caries.
- Incorpora a la dieta:
- Pescados azules, alimentos muy nobles que ofrecen omega 3, calcio y vitamina D que nuestros dientes necesitan y que se han vinculado con una mejor salud periodontal.
- Frutas y verduras frescas que contengan vitamina A, C y fibra para mejorar la salud de las encías.
- Lácteos: ricos en calcio y vitamina D, además reducen el riesgo de sufrir caries y contribuyen a preservar el esmalte dental. Los lácteos tienen un ph alcalino que contrarresta la acidez que favorece el desarrollo de bacterias cariogénicas. Quizá por eso, son de mucha ayuda para prevenir esta enfermedad bucal tan frecuente.
- Frutos secos y semillas: ricos en calcio de origen vegetal, poseen proteínas y mucha fibra, nutriente también vinculado a una reducción de la enfermedad periodontal. Además son fuentes de antioxidantes, vitaminas, minerales y grasas buenas dentro de las cuales está el omega 3 que, por su poder antiinflamatorio, reduce el riesgo de sufrir enfermedades bucales y/o dentales.
Somos lo que comemos, y el seguir una dieta sana y equilibrada también es la premisa básica para mantener una sonrisa bonita y una boca cuidada.
Y recuerda, la salud bucal es mucho más que unos dientes sanos.