¿POR QUÉ HACERME UN PEELING?
EL PEELING es una técnica terapéutica que consiste en una exfoliación cutánea acelerada de las capas de nuestra piel que conducen a una descamación visible en mayor o menor grado lo que origina una regeneración de la piel y una renovación de la matriz dérmica.
Su propósito es rejuvenecer la piel, mejorando su textura y color, suavizar los defectos estéticos como arrugas, marcas de acné, manchas… y regular la secreción de grasa en pieles acnéicas para obtener, de esta manera, un mejor aspecto y unas mejores cualidades cosméticas.
Podremos disponer de un peeling adecuado a cada tipo de piel, a cada problema y a cada circunstancia personal y para ello hemos de escoger la sustancia a utilizar, la concentración y el tiempo de exposición a la misma. La combinación de diferentes tipos de ácido permite optimizar los resultados gracias a la unión de los beneficios aportados por las características propias de cada uno de ellos.
Para conseguir estas exfoliaciones químicas utilizaremos aquellas sustancias que provocan el desprendimiento de las capas superficiales de la piel, consiguiendo:
- Un estímulo para la renovación celular y la formación de colágeno.
- Un aumento del grosor epidérmico.
- Una disminución de la cantidad de melanina depositada.
- Un aumento de la permeabilidad de la piel, favoreciendo la penetración de los principios activos que apoyan el tratamiento post peeling.
Antes, debe realizarse un estudio y tipificación del tipo de piel, para aplicar los productos específicos. Siempre debe ser personalizado y adecuado al tipo de piel del paciente.
Además, ésta debe ser preparada previamente de 15 a 30 días antes, mediante el uso de una crema prepeeling a base de ácido retinoico para potenciar y equilibrar el resultado del peeling, prescrita por el médico. Esto permitirá obtener mejores resultados ayudando a evitar los posibles efectos secundarios de los peeling como hiperpigmentaciones o quemaduras que pueden ocurrir incluso cuando se toman todas las precauciones.
Veamos cuales son LAS INDICACIONES DE UN PEELING:
- Fotoenvejecimiento
- Arrugas faciales
- Acné
- Cicatrices post-acné
- Melasma
- Hiperpigmentaciones
- Queratosis actínicas
Para ello podremos establecer diferentes TIPOS DE TRATAMIENTOS:
- Tratamiento Antienvejecimiento Intensivo(Ácido Tricloroacético, Ácido Pirúvico, Solución de Jessner, Fenol modificado, Ácido Glicólico): indicados para el cuidado intensivo de pieles con fotoenvejecimiento, manchas cutáneas, imperfecciones producidas en las pieles con tendencia acnéica u otras causas. La capacidad humectante, regeneradora, normalizadora y homogeneizadora de estos peeling ayuda a mantener la piel fresca y evita el envejecimiento prematuro de la piel.
- Tratamiento Antienvejecimiento en Pieles Sensibles (Ácido Láctico, Arginina y Ácido Mandélico): indicados para el tratamiento estético de pequeñas arrugas y del fotoenvejecimiento cutáneo en pieles delicadas, desvitalizadas, grasas o secas. Estimula la nueva formación de fibras de colágeno y elastina
- Tratamiento de Pieles con tendencia Acneica(Ácido Salicílico, Ácido Azelaico, Ácido Mandélico): se aplica para regular la secreción de grasa y la formación de lesiones acneicas y atenuar o eliminar imperfecciones en este tipo de pieles como el fotoenvejecimiento y las arrugas. El ácido Mandélico está especialmente indicado en pieles que combinan fotoenvejecimiento, grasa con tendencia acnéica e hipersensibilidad cutánea.
- Tratamiento de Pigmentaciones cutáneas y Melasma (Ácido Kójico, Ácido Ferúlico, Ácido Azelaico, Ácido Láctico, Fenol, Retinol): atenúa y elimina manchas cutáneas de origen melánico, aumenta la luminosidad y da uniformidad al tono de la piel. El tratamiento debe tener un mantenimiento y cuidados contínuos domiciliarios para evitar la reaparición de las manchas. Cuando la hiperpigmentación tiene localización epidérmica, se consigue una alta tasa de eficacia.
- Tratamiento Reparador del ADN (Ácido Ferúlico, Retinol, Aminoácidos y factores del crecimiento): indicado para prevenir y reparar el fotodaño en el ADN tras la irradiación UV. Aporta luminosidad, hidratación, tono más uniforme de la piel y reducción de arrugas.
Inmediatamente después de realizar un peeling químico se produce un leve enrojecimiento, seguido de sensación de piel seca y, por último, la exfoliación que puede durar 3-4 días (aproximadamente) dependiendo de las características del peeling empleado. A partir de entonces se inicia la regeneración y renovación cutánea.
El número de sesiones necesarias dependerá del tipo de piel del paciente, de las lesiones a tratar, de sus necesidades y del tipo de peeling que realicemos.
En general, el peeling es un procedimiento estético seguro y bien tolerado que exige una correcta valoración médica previa, ya que no está totalmente exento de efectos secundarios. El resultado será una piel más luminosa, firme y elástica y un rejuvenecimiento integral que nos aportará un aspecto más saludable.