Peeling químico
Con la edad, el proceso de renovación natural de la piel se ralentiza, lo que provoca la aparición de manchas y arrugas. El peeling químico es un tratamiento que ayuda a renovar las capas más superficiales de la piel, a eliminar impurezas y a unificar el tono. Además, reduce pequeñas manchas producidas por el sol y mejora la luminosidad y textura de la piel.
Los resultados son altamente visibles con la aparición de una piel renovada y lisa, así como con una mejora extraordinaria en su textura.
¿En qué consiste el peeling químico?
Como hemos comentado, el peeling es un tratamiento de aplicación exclusivamente médica. Su objetivo es renovar las capas más superficiales de la piel provocando una descamación suave de la epidermis con activación de la dermis superficial. Es decir, consiste en eliminar las células muertas de las capas superficiales de la piel, que en muchos casos contienen melanina y provocan manchas. Además, al actuar directamente sobre la capa superficial de la piel, la limpia en profundidad, aportándole elasticidad y atenuando las arrugas.
Antes de comenzar el tratamiento de peeling químico es necesario realizar una limpieza profunda de la piel. Después, se aplica la cantidad necesaria del producto seleccionado en cada caso, entre los que se encuentran el ácido glicólico, ácido salicílico, ácido mandélico, ácido láctico o ácido ferúlico. Este ácido se deja actuar durante el tiempo preciso.
Una vez transcurrido el tiempo estipulado, se neutraliza el ácido y se aplica una mascarilla hidratante.
¿Cuáles son las indicaciones del peeling químico?
El peeling sirve para tratar lesiones cutáneas de diversas causas, como:
– Cicatrices derivadas el acné e imperfecciones.
– Manchas, como queratosis solares o léntigos faciales.
– Arrugas.
¿Este tratamiento tiene efectos adversos?
Inmediatamente después de la finalización del proceso, el paciente puede notar un ligero enrojecimiento y moderada sensación de tirantez. Además, aparecerá posteriormente una discreta descamación de la piel que cede a los pocos días solo con hidratación.
Una vez realizado el tratamiento, no es necesario que el paciente modifique el ritmo de vida, y podrá incorporarse a sus actividades de manera inmediata. Sin embargo, es necesario el uso de fotoprotección y aplicar dermocosméticos para favorecer la reepitelización y la hidratación de la piel.
Por último, es importante destacar que es necesario esperar 15 días para tomar el sol en la zona tratada.
¿Cuántas sesiones son necesarias?
El número de sesiones varía según la patología a tratar, su severidad y factores individuales de cada paciente.
Las sesiones, que tienen una duración media de 30 minutos, suelen realizarse de forma semanal, quincenal o mensual. Entre sesión y sesión es necesario dejar transcurrir el tiempo necesario para la recuperación de la piel, que variará en función del producto utilizado.