LOS COLORES DE LOS ALIMENTOS, UN RECLAMO DE SALUD Y BIENESTAR
Comer al menos 5 raciones de frutas y verduras al día forma parte de las recomendaciones nutricionales que condicionan una alimentación saludable y equilibrada que, además, nos permitirá contribuir a la reducción de patologías como la obesidad, la diabetes, el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.
El color de estos alimentos, además de ser un verdadero placer para la vista, nos van a aportar información sobre los beneficios de los nutrientes que los hacen únicos y que forman parte de su composición, pudiendo clasificarlos en cuatro grupos cromáticos: verde, amarillo-naranja, rojo-morado y blanco. Un menú con matices en el que los platos llamen la atención por su color es la mejor receta para estimular el apetito y cuidar la salud.
Veamos qué propiedades tienen estos vegetales según sus colores.
VERDES
Es concebido para nuestro cerebro como sinónimo de fresco, natural y saludable.
Son ricos en luteína, potente antioxidante, ácido fólico, magnesio, potasio y fibra.
En este grupo nos encontramos con frutas y verduras como el kiwi, la alcachofa, las acelgas, los espárragos verdes y las espinacas y los aguacates, con sus propiedades especiales por su contenido en zeaxantina, protector frente a enfermedades oftalmológicas como las cataratas.
En general, los alimentos verdes nos ayudan a mejorar el funcionamiento de nuestro hígado, a hacer mejor la digestión y prevenir el estreñimiento y enfermedades cardiovasculares.
AMARILLOS Y NARANJAS
Se relacionan con juventud, alegría, vitalidad, buen humor, sol y luz.
En este grupo los principales protagonistas son los cítricos: limones, naranjas, mandarinas, pomelos… alimentos que, a pesar de su acidez, con nuestro cuerpo son más dulces que agrios. Son ricos en vitaminas A (protector del sistema inmunitario), vitamina C (antioxidante), ácido fólico, magnesio, fibra y potasio.
También encontramos en esta gama, los carotenoides, responsables en este caso de la coloración naranja o amarilla, entre los que se encuentran alimentos como las zanahorias, la calabaza, el mango y la papaya.
Estos compuestos son muy efectivos como antioxidantes y se ha documentado que poseen propiedades fotoprotectoras al contrarrestar las alteraciones inducidas por los rayos UVA lo que se traduce en capacidad para reducir o minimizar la flacidez de la piel y las arrugas combatiendo el envejecimiento. Además, son perfectos para mejorar la salud cardiovascular, proteger nuestra visión, y tratar enfermedades digestivas.
ROJOS Y MORADOS
Los alimentos rojos, brillantes y llamativos, evocan pasión y exotismo.
Forman parte de este grupo la fresa, granada, tomate, pimiento rojo, uvas, moras, frambuesas, arándanos…
Son otra fuente de vitamina C, magnesio y fitoquímicos. Pero sobre todo, contienen licopeno, un tipo de carotenoide, y antocianinas presentes en los de color azul y morado.
Se ha asociado a estos alimentos con la reducción del riesgo de cáncer, la disminución en la presión sanguínea y el control de los niveles de colesterol, así como la eliminación de radicales libres que oxidan y dañan a las células.
BLANCOS
Los alimentos incluidos en esta gama de color, las hortalizas y verduras como el ajo, la cebolla, el puerro, la col y la coliflor, que nos aportan fitoquímicos como alcinas, antoxantinas e inulina y beta-glucanos, un tipo de fibra soluble también presente en la avena.
Nos ayudan a mantener la presión arterial baja, combatir infecciones y actuar como alimento para nuestras bacterias intestinales.
Las frutas de carne blanca como las peras, las manzanas y los plátanos, se asocian a una mayor reducción del riesgo de accidente cerebrovascular o ictus.
Aún así, no debemos olvidarnos de añadir a nuestra dieta diaria alimentos como las legumbres, frutos secos, cereales integrales y alimentos de origen animal (carne y pescado) ya que en el equilibrio y en la correcta combinación de todos estos alimentos está el éxito de conseguir realizar una alimentación sana y equilibrada.